Lunes, 01 Julio 2024

ANDRES WAISSMAN en el ECA: ESPACIO DE ARTE CONTEMPORANEO EN MENDOZA

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ABGRUND
ANDRES WAISSMAN
Curadora: Laetitia de Monteil Gentileza: Gachi Prieto Gallery

Del 6 de diciembre al 16 de marzo de 2014

ESPACIO CONTEMPORÁNEO DE ARTE
9 de Julio y Gutierrez, ciudad de Mendoza

El ECA presenta la muestra Abgrund, de Andres Waissman, un artista emblemático en el universo simbólico del arte contemporáneo argentino, dentro del programa anual de exhibiciones, cuyo objetivo es brindar a artistas locales e internacionales un espacio de cruce, provocación, experimentación y realización de muestras especialmente pensadas para ser realizadas en sus naves, a tal punto que se ha convertido en parte fundamental de las expresiones culturales de la ciudad y referente de la escena no convencional de la región.

En esta ocasión, en los confines de lo real y de lo abstracto, Andrés Waissman a través de sus tres últimas series: Virutas, Blanco/Negro y Animales Mitológicos, escenifica un mundo urbano contemporáneo, mediante el uso de elementos complementarios: pinturas, esculturas e instalaciones. Su obra provoca varias preguntas respecto al tiempo y el espacio, y moviliza nuestro imaginario. El aspecto tridimensional de la exposición nos proyecta plenamente a su universo y nos invita a compartir su testimonio sobre la evolución de la humanidad. El proceso de abstracción no es total, pero insinúa formas sin decirnos exactamente qué son. Apela a nuestra biblioteca imaginaria, incitándonos a buscar, en nuestras referencias personales, ilustraciones de monstruos o figuras mitológicas que nos llevan hacia un tiempo pasado o futuro, suscitando así nuestra propia proyección. El observador no puede quedarse pasivo y participa completamente de la experiencia visual.

La alegoría de la sociedad contemporánea que nos propone Andrés Waissman está constituida por imágenes fuertes y profundas, creando esculturas con formas híbridas que parecen surgir directamente de sus telas pseudo-abstractas Blanco/Negro. Las Virutas, están hechas en lana de acero, material post industrial, duro y frío, que plasma la ciudad urbana en su densidad casi inhumana y experimenta en vivo el paso del tiempo en una sociedad que se oxida.

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ABGRUND
txt de Daniela Gutierrez

Delante de una nueva muestra de un artista, la primera pregunta es acerca del itinerario, de cómo se llega a esta obra actual, última. El antecedente inmediato está aquí mismo, y su presencia es testimonio. La serie anterior de Andrés Waissman, Viruta, estaba ya preñada de esta pintura. Su materialidad tridimensional y uterotópica tensionaba la utopía del progreso, hasta evidenciar su falla. Aquella serie de viruta(s)/matrices/matrix, con su doblez de endométrica hospitalidad e inclemencia urbano-industrial, se develaron sensibles al tiempo, oxidables, descarte. El artista nos las dio a ver de cerca, y entonces, sus filamentos rizomáticos y filosos, sus conglomerados y marañas evidenciaron la naturaleza de la ciudad posmoderna ya saturada e irrespirable. Si alguna vez esos nidos de metal semejaron estancias de cobijo, fue solo algo necesario, un primer momento para luego mostrarnos el efecto del uso, el desgaste, las nuevas condiciones de la experiencia. El progreso no siempre fue avance.
El mismo eco de la obra de Waissman es el que pudimos apreciar hace unos años en Buenos Aires en la obra de los fotógrafos de la escuela de Düsseldorf, ciudades ciclópeas y devoradoras que como las virutas, perdieron el centro porque se identifican con el territorio que ocupan. La serie de las Multitudes, que señalaba la dispersión extensiva del hombre errante, dejó su lugar a Viruta que, (como May Day de Gursky) marca la proximidad forzosa, y aunque parezca paradójico produce la misma asfixia que los espacios vacíos –de gente, de sentido- que vemos en las fotografías de Candida Hofer.
La palabra que mejor da cuenta de lo urbano, de lo fabril, de lo moderno y su desgaste es sin duda la que nombra topológicamente lo más verdadero de Multitudes y Viruta: densidad. Dispersa en el primer caso y bajo presión en el segundo, coexistencia siempre de un número indefinido de partículas y centros de acción. Superación extrema del romanticismo de la cercanía con el que los moralistas modernos han querido explicarnos la abertura del sujeto hacia el Otro.
El filósofo alemán Peter Sloterdijk sostiene que por dentro y por fuera de la cultura esférica global han surgido artistas capaces de metaforizar el nuevo estadío de la condición humana. Muchos, dice el filósofo sin dar nombres propios, en la periferia. El arte de Waissman, tiene esas cualidades que lo incluyen en la lista sloterdijkiana: "espumas multiesféricas -que en este sitio de la periferia es viruta- que interfieren en el aislamiento atomizador, multiplican la diversidad de las conexiones, la constante movilidad de los puntos conectados, y que potencian la irregularidad de la estructura totalizadora global. Habitar en la espuma desde las periferias significa que la idea misma de sociedad global resulta cuestionable, implicando una visión exterior a la burbuja propia, desde fuera de una totalidad estructurada, organizada y supuestamente inteligible."
Desde esa mirada del borde argentino a lo global, surge ABGRUND, con la fuerza de lo que ha madurado, su belleza convulsa, volcánica, reverberando en blanco y negro. Absolutamente contemporáneo, este trabajo es menos escena, más acto. Imposible no sentir el latido de un mundo desplegándose. Andrés Waissman como el sabio Tiresias, es vidente y ciego. Como ciego, pinta esa otra parte, ese otro saber que se diluye en las mistificaciones del ojo, como vidente ciego parece compartir con el ocultismo –y acaso también con buena parte de la poesía: aquello de que la zona oscura de la verdad también, a su modo, ilumina al mundo. Sólo que esa verdad hay que verla con otros ojos que los ojos. El pintor ha cegado sus ojos a la obviedad, lo oportuno, lo conveniente, y en ese repliegue abre/pinta sobre el mundo otra mirada, menos sumisa a la luz de los hombres y sus cuestiones, menos esclava de las veleidades de la luz pública. Refugiándose en el estrecho rincón de su intimidad, apartado de la justiciera luz de la razón común, mientras más penetra en la oscuridad, más iluminado va. Cada tela, entonces, como contracción de una pupila dilatada, es potencia de un mundo. La riqueza analógica de los resplandores parece cincelar cada iris con la fuerza del rayo. Mutación anterior a la palabra, mutación de fantasías arcaicas desbaratan todo artificio a fuerza de luz. Animales mitológicos de formas extrañas, emergen de las sombras, como de la caverna platónica. Y el alma del artista, como la del que mira, se vuelve cera tibia donde esos animales/monstruos/formas, pueden hacernos saber algo de nosotros mismos.
El aura nocturnal de estos cuadros es el estado anímico del sueño que precede al acontecimiento que une el grito primitivo a lo fundacional de un lazo social que todavía no cuaja. Lo innominable obrando contra la nada. La exquisita factura técnica de la obra amalgama sobriedad y riqueza. No escatimar el material, dedicarle lo mejor evitando todo resto, es expresión de un belleza justa. Y en ese sentido Waissman vuelve sobre sus pasos pero de forma renovada, puede ser el pintor contemporáneo y a la vez seguir sosteniendo la ética de sus imágenes poderosas. Si sus cuadros de principios de los ochenta nombraban ya lo innombrable del genocidio, si en pleno tiempo de derroche sus multitudes interrogaban acerca del destino de los excluídos, esas palabras no quedan fuera del silencio de esta obra. Porque el inconciente óptico, permite ver (mostrar que ve), justamente lo invisible, todo aquello que se sustrae a la representación -el acontecimiento, el glorioso despliegue de la diferencia-. Ante el fondo de ojo, lo visto cede, para que -como un segundo obturador-, se pueda introducir en esa instantaneidad precaria y fugaz el tiempo interno del relato que recarga a la imagen con la fuerza del mito, con el potencial simbólico que le otorga la fuerza de instituir mundos.
Andrés Waissman es un artista que conoce también de geología; de la mutación de las capas sucesivas de memoria en arte ético. Sabe que sólo puede haber sociedad si las llagas de la historia esculpen la retina y se dejan pintar, así: simples, potentes y bellísimas, como pliegues de porvenir, explosiones iniciales, movimiento, oleaje, estremecimiento, Big Bang. Terrible e irresistible vicio el de Andrés Waissman, de situar en la pequeña puerta de lo instantáneo esos no-lugares en los que, justamente, hacer pensable el advenir y la apertura de "otros mundos posibles".

Andres Waissman
Buenos Aires, 1955.
Artista visual, ensayista y curador. Waissman, es una figura emblemática del universo simbólico del arte contemporáneo latinoamericano. Se formó en talleres independientes. Sus primeras muestras individuales se realizaron en la galería Lirolay, Buenos Aires 1973 y 1977. Viajó a Europa en 1974 y trabajó en el taller de Augusto Torres en Barcelona y durante un año en 1978 con Antonio Seguí en París. En 1984 se radica en San Francisco, Estados Unidos, donde desarrolla una extensa carrera internacional. En 1992 regresa a Buenos Aires.
Ha realizado numerosas muestras individuales a nivel internacional y más de sesenta colectivas como por ejemplo, en Argentina: Centro Cultural Recoleta; Fundación Jorge Luis Borges, Bs. As.; CEC Centro de Expresiones Contemporáneas, Rosario; Museo de Arte de Tigre; ECA de Mendoza; Museo de Arte Contemporáneo de la ciudad de Salta, Museo Caraffa de Córdoba y Museo Rosa Galisteo de Rodríguez, Provincia de Santa Fe; Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires; Palais de Glace, Bs. As. y muestra itinerante por Museo de Tandil, Museo de Olavarría y Museo de Bahía Blanca; Museo Nacional de Bellas Artes, Bs. As.; Bienal de Arte Sacro, Museo de Bellas Artes de Tandil; Museo de Arte Moderno de Buenos Aires; Centro Cultural Parque España, Rosario; Centro Cultural Nordeste, Universidad del Nordeste, Resistencia; Fondo Nacional de las Artes, Bs. As.; C.A.Y.C., Bs. As.; Museo Nacional de Bellas Artes, Bs. As; Museo Eduardo Sívori, Bs. As. y en distintas ciudades del mundo como: en Pinacoteca Barao de Santos, Bienal de Porto Alegre, Brasil; Museum Jan var der Togt, Amsterdam & Nijkerk, Salentein Kunst, Holanda; Kumho Museum of Art, Seoul, Corea; University of Essex, UECLAA, UK; Kerns Art Center, Eugene, Oregon; Santa Cruz State University, California; Monterrey Península Museum of Art, Monterrey; Galleria Civica d'arte Contemporánea, Marsala, Italia; Richmond Art Center, California; University of Oregon, Eugene, Oregon; University of California, Los Angeles; San Francisco Arts Institute; San Francisco Arts Commission Gallery; y The Mexican Museum, San Francisco, entre otras.
Ha participado de prestigiosas ferias internacionales como Pinta Londres, Arte Lisboa; Scope Miami, Miami International Art Fair; ArteAmericas Miami; Art Chicago; Chicago Contemporary and Classic Art Fair, Chicago; Ch.ACO Santiago de Chile, MiART Milan Arte Contemporáneo, y ArteBA en Buenos Aires.
Sus obras figuran en importantes colecciones privadas y museos nacionales e internacionales como: University of Essex Collection of Latinamerican Art, (UECLAA) U.K.; Museum of Latin American Art, Long Beach, CA; Jack Blanton Museum of Art, The University of Texas at Austin; Judah Magnes Museum, Berkeley, California; Galleria Civica d´arte Contemporanea F. Pizzo, Palazzo Spano Burgio, Marsala, Italia; Museo de Arte Contemporáneo de Buenos Aires; Colección Universidad Di Tella, Buenos Aires; Colección UADE, Buenos Aires; Museo Castagnino-MACRO de arte contemporáneo, Rosario; Colección Museo Killka, Mendoza, entre otras.
Algunas de sus series como Las Multitudes, El Alfabeto Perdido, las pinturas en esmalte blanco y negro de la serie Fondo de Ojo, los Animales Mitológicos y sus recientes Virutas, lo ubican como un artista de sello propio. Su obra constituye una búsqueda filosófica y política, además de plástica: un verdadero pensamiento en imágenes. El nomadismo, las migraciones son algunos de los conceptos con los que trabaja desde hace tiempo.
En el año 2005 se publicó el libro WAISSMAN (un artista peregrino) por Rodrigo Alonso y recientemente WAISSMAN, un documental de Eduardo Montes Bradley para PBS (Estados Unidos) que se presentó también en el Malba (2010).
Vive y trabaja en Buenos Aires donde desarrolla una intensa labor docente. Forma parte del equipo curatorial de Proyecto PAC – Prácticas Artísticas Contemporáneas, un programa anual de encuentros de análisis, crítica y producción de arte, junto a Rodrigo Alonso, Eduardo Stupía, Gabriel Valansi, Carlos Herrera y Rafael Cippolini.

Laetitia de Monteil
Máster en Dirección y Producción de Eventos Artísticos, La Sorbonne Nouvelle, París, Francia.
Licenciada en Artes Plásticas, Universidad de Colombia Británica, Vancouver, Canadá.
"Ich denke, dass eine Menge von uns das sehr reale Gefühl haben, dass die Dinge außer Kontrolle sind, und dass wir uns am Rand irgendeiner Art von kollektivem Abgrund befinden". "Creo que muchos de nosotros tenemos la certeza de que las cosas están fuera de control y de que estamos al borde de un precipicio de tipo colectivo".
Waissman, contemporáneo y geopolíticamente al sur de la periferia, interpela al mismo tiempo aquello de lo que trata la obra y la propia materialidad del arte contemporáneo. Abgrund, en su especificidad, reúne trabajos rigurosos plásticamente y habitados por la inquietud de un presente que oscila entre viejas incertidumbres y nuevas formas de certezas.
Ubicado en el corazón histórico de la ciudad de Mendoza, el ECA funciona en un edificio construido en 1914-18 por el arquitecto Carlos Agote para albergar la que sería durante décadas casa matriz del Banco Mendoza, entidad financiera creada a fines del siglo XIX. En 1997 fue declarado Patrimonio Histórico Provincial. En 1999 reabre sus puertas como Espacio Contemporáneo de Arte, y se ofrece a las nuevas tendencias, a las búsquedas, a las vanguardias; es plataforma destinada a los consagrados del futuro. En este caso cierra el ciclo 2013 con un sofisticado artista argentino, referente contemporáneo de una complejidad intelectual y espiritual, que ofrece una reflexión metafórica sobre las ideas de descomposición y corrupción en la historia de hoy y de siempre.

ECA Mendoza
Director: Alfonso Conrado García
Gutiérrez 99, cdad. Mendoza, Argentina (5501).
Tel: 0054 261 - 4252543
E-mail: Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

Horarios de Administración:
Lunes a Viernes de 9 a 14 hs.
Horarios de Atención al Público:
Lunes a Sábados de 9 a 21 hs.
Domingos y Feriados de 16 a 21 hs.

 

 

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